Todxs necesitamos un lugar seguro donde desahogar nuestro malestar emocional; un espacio donde llorar, dónde quejarnos de lo que nos rebasa; y por lo tanto una oportunidad para explorar lo que podemos mejorar de nuestra forma de relacionarnos con las sustancias y con el mundo en general.
Cuando las consecuencias nos rebasan siempre se abre una oportunidad de cambio; pero tomar acciones radicales no siempre es tan fácil aun cuando parezca urgente y necesario. Sin embargo, hablar abiertamente de lo que ya es un conflicto aligera el panorama.
No es lo mismo buscar complicidad en el consejo de un ser querido que hacerte de un aliado terapéutico para hacer cambios en tus juicios y actitudes respecto al consumo de sustancias. Cuando se trata de conductas adictivas la estructura es primordial.
Copyright © 2024 Serenamente - Todos los derechos reservados.
Usamos cookies para analizar el tráfico del sitio web y optimizar tu experiencia en el sitio. Al aceptar nuestro uso de cookies, tus datos se agruparán con los datos de todos los demás usuarios.